En mi camino como emprendedora he tenido muchos aprendizajes, no dejo de aprender cada día y aprovecho cada situación como una oportunidad para mejorar. Aquí te comparto mis aprendizajes más latentes, pueden ser de ayuda en tu proceso:
- Si hay algo que no sabemos, pidamos ayuda. En general las emprendedoras tenemos un gran talento en un área o varias, que es aquella donde brillamos. Pero en esa necesidad de estar en todos los frentes vamos a encontrar que habrá huecos de desconocimiento que nosotras mismas no podemos cubrir, es importante pedir ayuda a personas expertas.
- Reinventarse y no dejar de crear, aprendí que al emprender la transformación es una constante, pero es importante encarar cada transformación y cambio devolviéndote a los propósitos y la intención inicial por la cual empezaste un proyecto. Eso hago con cada nuevo paso en mi emprendimiento. Es la forma en que consigo que cada proyecto e iniciativa nueva esté parada sobre el mismo suelo que nos hizo crecer.
- Dejar el miedo de lado. Todo paso que uno va a dar puede dar miedo. Si a los miedos los observamos con cuidado, veremos que casi siempre terminan reflejando los mismos miedos más básicos.
- Apostar y creer en una misma. Si nosotras mismas no apostamos, nadie lo va a hacer por nosotras.
- El crecimiento personal es fundamental para apalancar un emprendimiento o empresa. No hay crecimiento de ningún tipo si no crecemos primero nosotros mismos. Emprender es lidiar con muchos retos, y relacionarnos con personas que se atraviesan en el camino. Los obstáculos y las personas con las que compartimos este camino nos encuentran en una dimensión para la cual debemos estar preparadas, tanto para sacar el mejor provecho de un problema o nueva relación como para identificar esas oportunidades. Desprogramar y resetear nuestra mente es fundamental a la hora de crecer.
- Aprender a delegar, a quienes tenemos empresa nos encanta hacer mil cosas, y si creamos la marca más todavía. Como buena perfeccionista, tiendo a cargarme con mucho trabajo, querer siempre hacer más y mejor; pero entendí que debía liberar tiempo para otras cosas y delegar en otras, de esta manera poder disfrutar mucho más de lo que hacía y crear mejores cosas.
En conclusión, aprendí que emprender y crear tu propia marca es una decisión consciente de trabajar cada día por poner un ladrillito más en tu proyecto y que los grandes sueños se construyen un día a la vez: valorando cada paso.
Si quieres saber más sobre emprendimiento, cómo empezar en este mundo y tener consejos prácticos que te ayudarán en este camino, no te pierdas mis contenidos en moviendonegocios.com.
