La depresión es una enfermedad que afecta a muchas personas y sobre la cual cada vez se está hablando más. Sin embargo, se trata de algo que podría afectar más a los emprendedores y eso tiene mucho que ver con la trampa de la evolución, de acuerdo con las ideas de Mariano Alló en su libro ‘Cuando el cerebro dice basta’.
Veamos por qué los emprendedores pueden verse más expuestos a la depresión, cómo se genera y cómo recuperarse.
La trampa de la evolución
Primero, hay que recordar que el instinto más básico del ser humano es sobrevivir.
Así que pensemos en la época de las cavernas: tu cerebro reaccionaba rápidamente a cualquier estímulo que te asustara, para después calmarse. Si veías una rama de reojo, por ejemplo, podrías pensar que era una serpiente, por lo que tu sistema nervioso se alteraba. Pero pronto te dabas cuenta que no era nada y pasaba.
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En aquellos tiempos, al contrario de lo que se podría pensar, no pasabas peligros constantemente. Solo cuando ocurrían accidentes o te enfrentabas a animales salvajes o a otros seres humanos.
Pero evolucionamos. Hicimos ciudades y sistemas económicos. ¿El resultado? Nuestro cerebro se inflama de forma más constante porque nos asustan las deudas, las crisis, el qué dirán, la soledad, etc.
Piensen eso siendo emprendedor (a)
Se dice que el ser humano es el único animal que se asusta cuando, por ejemplo, “piensa en el león”. Y eso se refiere a que nuestro cerebro no puede distinguir un peligro real de uno imaginario.
Cuando eres emprendedor, esto se magnifica. Tu vida profesional, y por lo tanto la personal, es tremendamente frágil y alejada de la estabilidad y la previsibilidad. Así que, probablemente, veas muchos más “leones” que las personas que tienen un contrato y empleo estables.
La depresión no siempre se ve igual
Esa inflamación constante del cerebro puede llevar a la depresión. Porque la depresión no es solo psicológica, es biológica, y por lo tanto, física.
Pero el punto más complejo es que la depresión no necesariamente se ve siempre como alguien que no quiere levantarse, comer o simplemente “no está de ánimo”. A veces eres la misma persona, solo que más olvidadiza, o estás evadiendo más con alcohol, fiestas, etc.
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Esta situación no debería llamar al pánico, pero sí a entender que si bien podemos sentirnos puntualmente mal, en caso de que sea algo más constante, probablemente debamos buscar ayuda.
Ahora bien, la depresión también tiene efectos físicos en tu cerebro. La conexión entre neuronas puede ser más débil, e incluso la masa de neuronas puede ser hasta un 20% menor. Y eso es algo que no quieres a la hora de emprender. Pero la buena noticia es que se puede recuperar.
Qué hacer con la depresión
‘Cuando el cerebro dice basta’ habla de cuatro pilares para el éxito de un tratamiento que tiene muy alta tasa de efectividad:
- Diagnóstico claro: hay muchísimas variantes de depresión y no todas se tratan igual. Y si es necesario, se necesita medicación.
- Meditación: el hecho de lograr estar más en el momento presente, subsana muchos efectos como el de la inflamación.
- Ejercicio: la actividad física es clave pero sin sobreexigirse porque puede provocar el efecto contrario. Se necesita lo justo para sentir el esfuerzo.
- Alimentación: esto ayuda sobre todo a la desinflamación.
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La salud mental rara vez es tratada o conversada en el mundo del emprendimiento. Y eso me parece sumamente extraño porque es un tipo de obstáculo que puede ser muy grande al momento de emprender. Lo cierto es que deberías tener más acciones y claridad sobre cómo protegernos y atacar el problema.
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