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Mitos del emprendimiento: la trampa de ser tu propio jefe

Uno de los mitos del emprendimiento más frecuentes tiene que ver con la creencia de que renunciar a un trabajo formal y crear un negocio de forma independiente será la tierra prometida. Y nada está más alejado de la realidad.

Durante estos siete años que llevo emprendiendo a tiempo completo he podido comprobar que detrás de esa idea de “ser tu propio jefe” se esconden diferentes factores que pueden terminar afectando tu negocio.

Pero más allá de pensar que por no tener un jefe vas a tener horarios más relajados, estar más cómodo trabajando en pijama desde casa, dedicar la mayor parte de tu tiempo a viajar o a realizar proyectos personales, hoy quiero hacer énfasis en esos aspectos que a las personas no les gusta escuchar pero es necesario que sepas si quieres sacar adelante un negocio de manera sostenible y que perdure en el tiempo. 

Pide consejos y escucha a quienes saben más que tú 

Creerte tu propio jefe puede elevar tu ego y hacerte pensar que no necesitas consejos o que nadie está por encima de ti. Pero lo cierto es que en la dinámica emprendedora, donde los deseos de los usuarios y el mercado dictan lo que hay que hacer, es muy importante rodearse de amigos, mentores, colegas e incluso inversionistas que pueden saber más que tú o que pueden saber cosas que tú no. Lo más valioso es escuchar puntos de vista de personas que tienen experiencia, que quizás han pasado por lo mismo que tú y pueden aportar una visión distinta. Nunca está de más rodearse de aquellas personas a quien admiras que te pueden dar un consejo valioso. 

No dejes de aprender y capacitarte siempre

Algo que sucede en muchos casos es que al iniciar un negocio estamos muy ocupados y le restamos importancia a dedicar tiempo al estudio o invertir en tus conocimientos. Pero si te acostumbras a eso y no te esfuerzas en seguir aprendiendo y capacitándote -ya sea en tu especialidad, en la administración de negocios o en otra área- es muy probable que el crecimiento de tu negocio sea bastante más lento. Mi recomendación es que lleves distintos cursos, que escuches podcasts, que leas libros enfocados en negocios y que leas artículos de interés. Si los usuarios cambian sus gustos, si el mercado va y viene, si la tecnología evoluciona todos los días, ¿por qué tú no vas a evolucionar?

Enamórate de tus errores y aprende de ellos

Otra de las creencias más comunes es creer que si cometes errores o te equivocas estás fracasando y no hay nada más equivocado que esto. Los errores no van a dejar de existir, somos humanos, y además tienen consecuencias positivas si aprendemos de ellos. Así que no importa si estás comenzando un emprendimiento o si ya tienes uno que está creciendo, debes enamorarte de los errores, entender qué hiciste mal,  aprender de ellos, y convertirlos en soluciones que ayuden a potenciar tu negocio. 

Toma decisiones con la cabeza y no con el corazón

Tener un negocio propio nos puede hacer pensar que precisamente porque es propio entonces podemos dirigirlo con el corazón porque sentimos que es nuestro hijo. Y aunque es entendible que el sentido de pertenencia sea mucho mayor con tu propio emprendimiento que con aquel trabajo corporativo al que renunciaste, sigue siendo un negocio y necesita que su líder tome decisiones acertadas basadas en sus clientes, su mercado, sus números, y no en sus emociones. Antes de tomar cualquier decisión analiza si aporta a la salud financiera y estratégica del negocio, no tomes decisiones sin tener información clara y completa, ponle mucha atención a los números e indicadores y apóyate de estos. 

El dinero NO llegará rápido ni fácil 

Muchas personas piensan que al emprender el dinero llegará rápido y esto es una creencia muy equivocada. Cuando empezamos un negocio la única manera de hacerlo crecer es reinvirtiendo constantemente en él, implementando sistemas digitales que sumen al negocio, comprando maquinaria, invirtiendo en publicidad, en nuevos puestos de trabajo y más, es por esto que pasarán unos años para que puedas retirar utilidades del negocio o tener un sueldo alto. Lo peor que puede pasar es que te desesperes por el dinero porque terminarás abandonando el negocio y buscando trabajo dependiente nuevamente. Ten esto en cuenta, define un capital de trabajo para iniciar, ten claro tu flujo de caja, asígnate un sueldo que te permita cumplir con tus obligaciones personales e interioriza y acepta la idea que tendrás que ser paciente y muy ordenado con tus números para salir adelante. 

En moviendonegocios.com te cuento más sobre mi experiencia como emprendedora. También te pueden interesar Tips para ser productivo o Consejos de marketing para emprendedores o Estrategias para adquirir nuevos clientes

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